lunes, 1 de enero de 2007

Propósitos para el 2007

En este año voy a intentar cumplir los propósitos que detallo en una lista, que no pondré aquí para mantener algo de reserva. Intentaré ir tomándolos de a uno hasta alcanzarlos o hasta que se conviertan en hábitos.
La mayoría de estos objetivos son idénticos a los de años pasados. Pero eso no me desalienta, porque muchos empecé a cumplirlos. Creo que vale la pena fijarlos y tener ganas de ir trabajando en ellos a lo largo del nuevo año.
Hace años me propuse aprender a disfrutar de cada momento. Y en este 2007 quiero seguir haciéndolo, tomando como guía el Decálogo de la serenidad (qué sí aprovecho para a poner) y recordando que: "Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad" (Pearl S. Buck). Intentaré que no sea mi caso.

Decálogo de la serenidad
1.-Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
2.-Sólo por hoy tendré el máximo de cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.
3.-Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.
4.-Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
5.-Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6.-Sólo por hoy haré una buena acción y no se lo diré a nadie.
7.-Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis
sentimientos, procuraré que nadie se entere.
8.-Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizás no lo cumpliré cabalmente, pero lo intentaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9.-Sólo por hoy creeré firmemente -aunque las circunstancias demuestren lo contrario- que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
10.-Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
Puedo hacer bien durante doce horas, lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.

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