lunes, 29 de octubre de 2007

Lecturas de Octubre

"Inés del alma mía" de Isabel Allende
Me gustó, como me gustan los libros que cada tanto leo de Allende. La historia es la de una de las fundadoras de Chile, Inés Suárez.
Embarcarse en 1537 para América era algo incierto para cualquiera, y enormemente problemático si se era mujer. Pero Inés lo hace para abandonar una Europa que ya la oprimía.
El libro tiene como transfondo la conquista del territorio chileno, en manos de los mapuches, remarcando tanto la brutalidad ejercida por los españoles como por los indios. Pero lo rescatable es el coraje, la inteligencia, la audacia de una mujer que pareció adelantarse varios siglos a la integración femenina al mundo de la política y del trabajo.


"La zanja de la Patagonia" de Vanni Blengino
Probablemente influida por el libro anterior, me aboqué a leer esta obra sobre los conquistadores, militares, científicos, sacerdotes y escritores que se animaron a transitar ese territorio que llamaban "desierto", aunque estaba poblado de indios.
Nunca antes había pensado en lo raro que es hablar de "La campaña del desierto", cuando el territorio patagónico no es estrictamente un desierto ni estaba entonces inhabitado. Desierto de civilización, tal vez. Pero no más.
El libro se centra en un hecho histórico en el poco se ha reparado: la estrategia defensiva que propuso Adolfo Alsina, el ministro de Guerra de Avellaneda, en 1875 para frenar los malones.
Emulando a la "muralla china", sugirió cavar un foso de 620 kilómetros entre la Cordillera y el Atlántico. La zanja, al sur del Río Colorado, alcanzó a tener unos 370 kilómetros en 1877. La muerte de Alsina y su reemplazo por el general Julio A. Roca significó el pasaje de una estrategia defensiva a otra ofensiva. Roca fue hasta el Río Negro y dejó muy atrás la línea de defensa de Alsina.
Sé que en la historia no valen los juegos "que hubiera pasado si..." pero no puedo resistir la tentación de preguntarme ¿Qué hubiera pasado si Alsina no hubiese fallecido en plena gestión?

lunes, 22 de octubre de 2007

Cansancio y ensueños

Estoy tan cansada que me adormezco en cualquier sitio y empiezo a soñar con una rapidez asombrosa.
En el colectivo se me cierran los ojos y las voces y los ruidos de la calle se mezclan velozmente con mis ensueños.
Prendo la tele para mirar una de mis series preferidas y al segundo el inglés que a medias entiendo se funde con mi propia fantasía.
Tomo sol y las voces familiares se alejan cada vez más.
Corrijo escritos y otra vez entro a mundos ficticios.
Mientras el exceso de trabajo no me permita dormir de verdad, mejor que empiece a disfrutar de estas evasiones instantáneas.

lunes, 15 de octubre de 2007

Contraseñas

Cuando lo único que tenía era una máquina de escribir portátil marca Olivetti, asociaba las contraseñas con espías, detectives y jeroglíficos.
La primera vez que me senté frente a una PC sentí algo raro al poner una clave. Y hoy casi desespero con las claves. Todos los sitios quieren mi nombre de usuario y mi contraseña. No soy uno de los seres más adictos a Internet, pero mi lista de claves asciende a 36!!!!!!!!!!!!! Sumémosle los 36 nombres de usuario y recordemos que algunos nos piden que las cambiemos cada mes. Y que no sean iguales a la fecha de nacimiento, ni al nombre, ni que se repitan con la anterior, ni que tengan dos números iguales seguidos, pero que tengan por lo menos una letra y además que las escribamos con un teclado virtual y que... Pesadilla.
¿Alguien realmente cree que puedo retener en mi cabeza más de 70 conjuntos de nombres y números distintos e identificar qué va con qué porque, por seguridad, no debo escribirlos?
Alguien sugerirá: ponéle a todo la misma clave. Ah qué gracia!!! ¿Dónde diablos va a parar allí la seguridad? Porque lograron meterme en la cabeza que las claves deben ser difíciles de adivinar y no debo repetirlas. Así que, si alguien lee esto, sepa que si algún día dejo de aparecer por estos lares, seguro es que fue porque me olvidé mi usuario y contraseña.