O mejor dicho, lo reconquisté. Nadie imagina lo difícil que se me hace perder el control de las cosas.
Algunos me tildarán de "control freak", pero en el caos no puedo ser demasiado feliz. Sólo el orden me deja lugar para la creación, para el avance. Puedo saltar hacia delante si el piso está despejado.
El problema es que, como ya reconocí una vez, soy generadora de caos.
Comprendo la lucha eterna entre el orden y el caos.
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