Dos años no es mucho. Quince minutos, una eternidad.
Me tomé mas de dos años para volver. Pero, aunque suene ridículo, a impaciente nadie me gana. Como olvidé nombre de usuario y contraseña, debí pedir que me la renvíen. No aguanté esperar los 15 minutos que decían. Así que abrí en el interin otro blog. Cualquiera diría: "Si esperaste más de dos años, qué necesidad de escribir ahora de golpe". Ninguna necesidad. Sólo quería mi blog funcionando de nuevo, y ya. ¿Para qué? Ah. Eso lo veremos mañana.
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