El año me gustó. Estuvo marcado por los viajes y el conocimiento. Conocí lugares de mi país que desconocía (Iguazú, Valle de la Luna, Talampaya, Calafate, Ushuaia) y volví a otros en los que ya había estado.
Me atreví a conocer gente con la que entablé relaciones poco convencionales para mí, pero lindas y satisfactorias. Hubo dos hombres muy diferentes que marcaron este tiempo. Ninguno se acercó a "el amor" pero fueron dulces sucedáneos, uno más próximo a la amistad y otro al deseo.
También me consolidé laboralmente y obtuve reconocimiento de mi capacidad intelectual.
Cuando miro la lista de propósitos que hice a comienzos de año, veo que pocos los logré en su totalidad, pero en muchos algo conseguí. Me siento bien juzgándome con mis parámetros (aunque con los de los demás, tal vez la cosa sería algo diferente).
No me animo a decir que soy feliz pero ando cerquita de ese camino, gracias a Dios. Por supuesto que aspiro a más para el 2011, pero con un año así de lindo también me sentiría muy bien.