El aroma de la albahaca y del romero me fascina. Pensé que era solo a mí a la que le encantaban esos olores, pero no debo ser la única. Aquí una canción de cuna de Juana de Ibarbourou en que los nombra.
LAS CANCIONES DE NATACHA
I
Se enojó la luna,
se enojó el lucero,
porque esta niñita
riño con el sueno.
Duérmete, Natacha,
para que la luna
se ponga contenta
y te dé aceitunas.
Duérmete, Natacha,
para que el lucero
te haga una almohadita
de albahaca y romero.
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