Estos dos meses no han sido fructíferos en lecturas por placer. El ámbito académico consumió la mayoría de mi tiempo. (Sí, ya puse esta excusa en otra oportunidad, pero es la realidad). Sin embargo, tuve entre mis manos tres libros interesantes.
- "Beloved" de Toni Morrison. Me lo compré porque el New York Times lo eligió como el mejor trabajo de ficción de Estados Unidos de los ultimos 25 años, a partir de una encuesta a un grupo de escritores. Y mientras trataba de avanzar en sus páginas, lo abandonaba y volvía por cuarta vez a empezar de cero, me preguntaba qué le habían visto. No me doy fácil por vencida, así que por la página 100 logré engancharme un poco. Lo terminé. Entendí que la forma en que construye el relato es muy original. Pero a mí me costó mucho seguirlo. No forma parte de lo que recomiendo leer de Morrison. "Love", otras de sus novelas, me resultó más llevadera. Sin duda, no está entre mis autoras preferidas.
- "El diario de Adan y Eva" de Mark Twain. Adorable, tras las arideces del texto anterior. Me cae simpático Twain, con su sentido del humor tan particular. Alguna vez recorrí las calles de Hannibal, el pueblito de Missouri en el que nació. Estuve en su casa y en las cuevas en las que de niño se perdió. Leerlo me lleva a esa mañana helada en que las viejitas que atendían el "Mark Twain Museum" no entendían qué hacían dos argentinas por allí, que para colmo de males osaban interrumpir su desayuno. Bien vale recordar la frase del señalador que compré y que desde entonces acompaña todas mis lecturas: "My books are water: those of the great geniuses are wine. Everybody drinks water". Excelente!
- "El arte de la retórica" de Aristóteles. Los filósofos no forman parte de los autores que frecuento. Pero este texto valió la pena. Me maravilla el orden y la claridad con que se expresan los conceptos. Y me asombra la actualdiad de todo lo dicho.