Estaba aburrida, abúlic, sin lograr engancharme con el largo trabajo que tengo por delante. Y se me ocurrió recurrir al I Ching para ver qué me depara este año. Como ya explique en otro post no creo (mucho) en el destino, pero no se pierde nada con intentar consultar oráculos.
El resultado: 14 (La posesión de lo grande) y 53 (La evolución). Muy positivo todo. Así que intentaré recuperar energías y ganas en las vacaciones que tengo por delante con playa y mar. Nada del otro mundo, pero será un corte que hoy me doy cuenta que necesito hacer.